viernes, 26 de diciembre de 2008

Cuarto de que???

Vincent : Sabes que es lo más divertido de Europa?

Jules: Qué?

Vincent: son las pequeñas diferencias. Quiero decir, tienen más o menos la misma mierda que acá, pero tienen pequeñas diferencias

Jules: Ejemplo?

Vincent: Bien, cuando vas a un cine en Amsterdam, podés comprar cerveza y no en vasito de cartón. Hablo de una jarra de vidrio. Y en París podés comprar cerveza en McDonalds. Y sabías como le dicen al Cuarto de Libra con queso en París?

Jules: No le dicen Cuarto de Libra con queso?

Vincent: No, viejo. Tienen el sistema métrico y no saben que carajo es un cuarto de libra

Jules: Como la llaman entonces?

Vincent: La llaman "Royale con Queso"

(De "Pulp Fiction")

En fin.....¿a que viene el diálogo reproducido arriba? se preguntarán algunos incautos que entraron a este blog de casualidad. Bueno, la historia es la siguiente. Hacía siglos que no pisaba un McDonalds. Tengo un cierto y especial gustito por la comida chatarra y no le hago asco a nada con un buen nivel de grasa de esos que tapan arterias (si, detesto la estupida "onda cero" que corre ahora y no me calienta en absoluto). Pero nunca me gustó demasiado McDonalds. Las hamburguesas de estos antros, frecuentados por estudiantes de secundaria repletos de acné, ni siquiera me resultan feas al paladar. No me resultan, porque en vez de recibir la hamburguesa gorda, jugosa y chorreante que muestra la foto, me dan una lamina casi transparente que aparenta ser una hamburguesa. Junto con una salsa especial que en realidad es una mezcla de mostaza, ketchup y el vómito de un gato que pasaba por ahí. Todo esto por precios exhorbitantes, que no justifican ni a palos lo que uno recibe. Pero, lo que sí me ganó de McDonalds es, y siempre será, el desayuno. Si bien, las horripilantes hamburguesas con su respectivo combo de papas salen arriba de 20 mangos, los desayunos salen entre 4 y 5 sopes. Un café grande, un tostado de jamón, queso y huevo (que jamás se como se llama porque cambia de nombre cada vez que voy), y un jugo de naranja. Buen trato, barato y además bastante rico. El problema es que hay que llegar antes de las 11, sino se acaba la hora del desayuno y cagaste (si, que boludez). Uno de esos días entré al local a las 11 menos 5 como de costumbre, y me fui derecho a la caja a hacer mi pedido de café y demás. Mientrás intentaba convencer a la cajera que no quería papas, porque no estaba pidiendo un combo, me colgué mirando las ofertas de las hamburguesas. Ahi fue cuando horrorizado (bah, no tanto) reparé en que la hamburguesa, otrora conocida como "Mac Royal", ostentaba ahora el pomposo nombre de "Cuarto de Libra con queso". No se lo pregunté a la cajera, porque estaba discutiendo acerca de otro cambio de nombre (el del maldito tostado de queso, jamón y huevo que jamás se como se llama). Pero cuando me senté a tomar mi café, pensé que me encontraba simplemente ante una nueva maniobra de estos muchachos "genios" del marketing (si, esos mismos muchachos "agradables" que sueltan esas "hermosas" publicidades de celulares). También me acorde de Pulp Fiction, por supuesto, y de la frase del personaje de Travolta. O sea, acá nadie sabe que carajo es un cuarto de libra. ¿Entonces? ¿Qué razón válida puede haber detrás de este cambio abrupto de nombre? Solamente en este país (bah, me enteré de que en otros lugares también hacen esta pavada, y también tienen sistema métrico). En fin, hagamos como el jefe Gorgory y quedemonos con la clásica "Krusty Burguer con queso"

Travolta la tenía clarísima cuando le explicaba a Samuel Jackson porque las hamburguesas se llaman como se llaman. !Que tanta historia!

1 comentario:

Anónimo dijo...

pendex......te entiendo que no has estado en tu casa y todo eso....

ahora que volviste...cual es tu excusa para no postear?????

me estoy embolando y necesito material de lectura para mis momentos de ocio
jejjeje

nos vemos pronto ^^